sábado, agosto 31, 2013

¡A Jugar!



JUZGUEMOS, PERO SIN ZETA

Juzguemos, pero sin zeta,
porque esta vida es un juego
tan cierto como que el ego
no es más que una pataleta.

No perdamos el juicio
para empezar a juzgar,
que eso es exteriorizar
nuestro más callado vicio.

Y, como dijo Joaquín,
¡a jugar!, que en la inocencia
del recreo está la ciencia
de la magia y del magín.

Jesús María Bustelo Acevedo

martes, agosto 27, 2013

Gente Estupenda




GENTE ESTUPENDA

Somos personas estupendas,
enamoradas de la vida;
algunas, siempre satisfechas,
no se sorprenden cuando triunfan;
a otras, en cambio, no las rinden
las apariencias negativas,
y siempre avanzan amorosas
con su entusiasmo y su alegría;
algunas rezan, otras llevan
las oraciones más divinas
en sus sencillos corazones
y en la pureza de sus risas;
muchas reciben del Señor,
en cuerpo y alma, cuanto pidan;
y otras no hay nada que no ofrenden
desde sus almas infinitas...
Somos personas estupendas,
enamoradas de la vida.

Jesús María Bustelo Acevedo

sábado, agosto 24, 2013

El Profeta de la Alegría




EL PROFETA DE LA ALEGRÍA

Es el profeta de la alegría,
que ríe cuando nos sermonea,
con su alma pía, con su alma tea
y la presea de su armonía.

Es el profeta que noche y día
goza perenne de la odisea
de esta aventura que bien emplea
con la soberbia de su valía.

Y en su palabra, donde insinúa
ese otro mundo, esa otra rúa,
preciosamente, con gallardía,

llena las almas de la ambrosía
y en su disfrute las perpetúa...
¡Soy el profeta de la alegría!

Jesús María Bustelo Acevedo

lunes, agosto 19, 2013

Credo



CREDO

Yo creo en la Creación
porque crear es creer,
y quien no lo pueda ver
no conoce el corazón.

Más allá de la pasión
y más acá del placer,
del hombre y de la mujer,
yo creo en la Creación.

Yo creo en los creadores
que han llevado a las estrellas
el perfume de las flores,

y que danzando con ellas,
entre abrazos de colores,
ofrendan sus almas bellas.

Jesús María Bustelo Acevedo

jueves, agosto 08, 2013

Mis Versos





MIS VERSOS

Yo soy un hombre sincero
de donde nace la guasa,
donde el duende y el salero
tienen casa.

Allá el tiempo se ha parado
y el espacio es infinito,
allá todo se ha tornado
más bonito.

Y una copla, torpe o sabia,
le da fuego a su alegría,
aunque quede tanta rabia
todavía.

Allá el Sol, con un abrazo,
se retira a descansar
y se duerme en el regazo
de la mar.

Luego, cada amanecer,
cicatriza tus heridas,
y las lágrimas de ayer
las olvidas.

Que no hay rimas tan hermosas
como el hecho de vivir,
aunque queden tantas cosas
por decir.

Y no hay canto con más brío
ni verdad más prometida
que ese propio desafío
de tu vida.

Yo también quisiera, empero,
como el gran José Martí,
dejar los versos que quiero
por ahí.

Los versos que ven mis ojos,
campechanos y sencillos,
versos azules y rojos
y amarillos.

Y de todos los colores,
y sin trampa, sin engaño,
que las rimas y las flores
no hacen daño.

Versos simples, sin espuelas,
ni amargura ni dolor,
sin milicias, sin escuelas,
sólo amor.

Antes que el río a la calma
de la mar vaya a morir,
quiero mis versos del alma
compartir.

Jesús María Bustelo Acevedo