jueves, diciembre 30, 2010

Extraterrestre



EXTRATERRESTRE


Parece como si fueras
de otro planeta,
como si estuvieras hecha
de otra pasta,
de barro de estrellas;
como si las alas
de los ángeles
hubieran dejado un hechizo
en tus suaves mejillas
que envolviera todo tu rostro de luz...
Parece como si fueras
extraterrestre,
demasiado tierna para la Tierra,
demasiado dulce para esta vida...
Y, sin embargo,
cuando te miro
todo se llena de tu belleza.


Jesús María Bustelo Acevedo

sábado, diciembre 18, 2010

Hola, soy nuevo

HOLA, SOY NUEVO

Muy buenas, soy nuevo, y hasta hace un momento
vivía en la noche de lo que no está
sujeto a este espacio y a su movimiento,
y siempre ignorando si amanecerá.

Saludos, soy nuevo, y no conocía
lo que poco a poco se ha de conocer,
las cosas que encierran la noche y el día,
el mundo del hombre y el de la mujer.

Soy nuevo y sin duda que el paso del tiempo
hará de mi vida lo que dé de mí,
y no habrá prodigio ni habrá contratiempo
que cambie la estrella que me trajo aquí.

Aquí serán mías la gloria, el infierno,
gozando la dicha, sufriendo el dolor,
y aunque ya esté fuera del vientre materno
llevaré en el alma por siempre su amor.

Jesús María Bustelo Acevedo

jueves, diciembre 09, 2010

La Vida

LA VIDA

La Vida es una escuela,
y aunque a menudo duela,
te enseña la lección
que aprende el corazón;
la Vida es una camino
que tiene su destino,
y es también una meta
que a diario te reta.
La Vida nunca engaña
y siempre te acompaña,
está en el exterior
igual que en tu interior;
la vigilia y el sueño,
lo grande y lo pequeño,
están llenos de Vida
que siempre nos convida
a captar el mensaje
que en nuestra mente encaje.
Y aunque a veces nos hiere,
la Vida nunca muere.

Jesús María Bustelo Acevedo

El arado

EL ARADO

¿Qué importa volver al arado?
Por ti, por nosotros, por mí;
lo malo es quedarse parado
pensando en aquello que fui.

Que todo el que entienda, que insista,
y nunca le toque ese mal
de aquel que, volviendo la vista,
se vuelve una estatua de sal.

Jesús María Bustelo Acevedo

Apocalipsis

APOCALIPSIS

Dicen que tras la crisis
vendrá el Apocalipsis,
y que tras el seísmo
ya no será lo mismo...
Yo lo escucho y lo leo,
pero no me lo creo.
Si Dios es un regalo
no debe ser tan malo,
y si existe un Futuro
es porque no es oscuro,
que nadie es buen profeta
en su propio planeta,
y al fin recogeremos
aquello que hoy sembremos.

Jesús María Bustelo Acevedo

martes, diciembre 07, 2010

Autorretrato




AUTORRETRATO

Jesús María Bustelo Acevedo,
hombre y poeta, español y andaluz,
mira en las tardes templadas al Cielo,
ensimismado en su límpido azul.

¡Cómo las aves dibujan armónicas
obras maestras al lienzo diáfano!
¡Cómo las mágicas nubes conforman
líricos cuadros!

¡No pocas veces derrota a la pena,
no pocas veces renace de nuevo,
cuando en las tardes templadas eleva
su alma de hombre y poeta hacia el Cielo!

Jesús María Bustelo Acevedo

El Africano

El AFRICANO

Me han dicho que soy africano
igual que si fuera un insulto,
y que por nación, raza o culto
no fuera así mismo tu hermano.

En cambio, en el mundo no veo
que con la intención del que agravia
me digan, con sorna o con rabia,
que soy un vulgar europeo.

Por eso ese gran continente
debiera ser más respetado
por quienes, en tiempo pasado,
tratáronlo tan duramente.

Allí, donde el Dios es Natura,
y no quien castiga al que yerra,
se expresa a los hombres la Tierra
con una palabra más pura.

Allí, donde el canto y el fuego
les hace abrazar al misterio,
no viven de un modo tan serio
ni saben jugar nuestro juego:

El juego de ser y tener
aún más, algo más que tu hermano,
un juego al que un niño africano
ni entiende ni puede vencer.

Jesús María Bustelo Acevedo

Te Quiero

TE QUIERO

Te quiero.
Reía la noche en la luz de un lucero
y el Mundo lloraba de sangre y dinero,
el Mundo sincero
y el Mundo embustero,
pero por encima de todas las cosas Te Quiero.

Te Quiero.
Y el tiempo pasado como el venidero
no puede ni sabe negar lo que quiero.
Por mí, que ni espero
ni que desespero
no habrá ni San Pedro que aguarde ni habrá Cancerbero.
Tan sólo me queda una cosa...Te Quiero.

Jesús María Bustelo Acevedo

Poesías Nuestras

POESÍAS NUESTRAS

Poesías nuestras, nuestras poesías,
esas que se escriben con el corazón,
con las que se expresan tantas alegrías,
algún desengaño o aquella pasión...

Versos que nos hablan de amores que fueron,
que son y que han sido, o están por venir;
palabras que dicen, dirán y dijeron
lo que las palabras no pueden decir.

Versos para aquellos que alzaron sus alas
al sueño perenne o a un mundo mejor,
tras dar a los suyos, en buenas y en malas,
sus vidas enteras y todo su amor.

Versos que se ríen, versos que se quejan,
versos transparentes, versos con disfraz,
versos que te acercan, versos que te alejan,
versos guerrilleros y versos de paz.

Versos con palabras y versos ausentes
que quedan dormidos en el corazón,
que nunca se escriben y se hacen presentes
en una caricia o en una oración.

Versos para aquellos ángeles sin vuelo
que son celestiales y viven aquí,
y de los que cierto Poeta del Cielo
dijera: "dejad que se acerquen a mí".

Versos del futuro, pasado o presente,
versos con pimienta y versos con miel,
trozos que del alma se van de repente
y quedan conversos en tinta y papel.

Poesías nuestras, nuestras poesías,
esas que se escriben con el corazón,
que cantan con penas o con alegrías
sus propias razones o su sinrazón.

Jesús María Bustelo Acevedo

sábado, diciembre 04, 2010

Paraíso

PARAÍSO

Mejor este paraíso,
pequeñito, pequeñito,
que esa jaula tan enorme
llena de sombras y hastío.

Mejor este breve nido,
pequeñito, pequeñito,
donde la alada mamá
le da la vida en su pico,

que aquel palacio de oro
donde solo vive el rico
contemplando en el espejo
el reflejo de sí mismo.

Mejor ese torpe vuelo
del pájaro pequeñito
que esas máquinas aladas
y sus vuelos asesinos.

Mejor la pluma inocente
de aquel frágil pajarillo
que aquella pluma que firma
mil condenas sin sentido.

Mejor este triste sueño,
que se queda en el olvido
y que me destroza el alma
y me deja malherido

que todas las pesadillas
de quien no hizo lo debido.
Y mejor soñar que vuelo
que los vuelos del suicidio.

Déjame este paraíso
pequeñito, pequeñito,
con un beso y un abrazo,
un recuerdo y un anillo,

un dulce de chocolate
que riendo compartimos,
y una eternidad que deje
su corazón junto al mío.

Jesús María Bustelo Acevedo