sonrisas y bendiciones,
y poemas, y canciones,
sol y sombra, cara y cruz...
Resuelve tus emociones,
santifica tu elección
sin la torpe frustración
de una mente entrometida,
separada y compungida...
¡Que decida el corazón!
Jesús María Bustelo Acevedo
Precioso poema. Me quedo por tu blog.
ResponderEliminarUn abrazo
Muchas gracias, Julia.
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